Los superfantasmas que recorren estas páginas no se conforman con ser espectadores pasivos del interesantísimo hombre europeo de hoy en día. Ellos participan en la vida familiar, en los viajes, en el comercio, en la diversión… Lo que no está claro es si nos hacen sonreír porque nos hacen pensar, o si nos hacen pensar porque nos hacen sonreír. |
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