A LA INMENSA MAYORÍA
Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.
Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.
Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.
¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y tantos.
BLÁS DE OTERO
Pido la paz y la palabra
El poema que nos ocupa, tal y como hemos dicho anteriormente, pertenece al libro “Pido la paz y la palabra”.
Se trata de un poema autobiográfico. El poeta nos explica que antes tenía una forma de ver la vida muy centrada en sí mismo (“amó, vivió, murió por dentro”) pero que un día se dio cuenta de que esa forma de vivir era insolidaria con el pueblo y a partir de ese día decidirá comprometerse con los problemas de la sociedad e intentará contribuir a conseguir la paz por medio de su poesía.
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