LA
DIGNIDAD Y LA VALENTÍA TIENEN NOMBRE DE MUJER:
ROSA PARKS, LA
MUJER NEGRA QUE NO CEDIÓ SU ASIENTO A UN HOMBRE BLANCO EN EL AUTOBÚS
Pocas
veces un “no” tuvo tanta repercusión. Corría el 1 de diciembre de 1955 cuando
en Montgomery (Alabama, Estados Unidos) una señora negra de 42 años, Rosa
Parks, se montó en el autobús y se sentó tranquilamente. Poco después el
conductor le pidió que se levantase y le cediese el sitio a cualquier blanco
que lo quisiese ocupar pues lo decía la ley y ella no se podía negar en base a
dicho reglamento. Sin embargo no lo hizo. No cedió ante una ley injusta que
pisoteaba los derechos de los afroamericanos. Su negativa acabó con sus huesos
en el calabozo y debiendo pagar una multa de 14 dólares.
"El
joven blanco que estaba de pie no había pedido el asiento; fue el conductor el
que decidió crear un problema", declaraba posteriormente la propia Rosa
Parks a la BBC.
Parks
sabía que lo que estaba haciendo era ilegal y que el no doblegarse traería
consecuencias. Sin embargo probablemente no sabía que sería la chispa que
prendería la llama del movimiento americano contra las leyes discriminatorias
que todavía existían en muchos estados del país. En los espacios públicos
negros y blancos debían sentarse separados, ir a baños separados, etcétera, lo
que suponía una vejación constante e injusta.
Con
su valiente acto esta costurera además de secretaria y ayudante en la Asociación
Nacional para el Avance del Pueblo de Color llamó la atención de Martin Luther
King, que todavía no sería el líder que recordamos actualmente. Juntos, durante
382 días, emprendieron protestas que llevarían a la Corte Suprema de Estados
Unidos a declarar que la segregación racial en el transporte iba en contra de
la constitución del país.
Posteriormente,
en 1996, le sería concedida la medalla presidencial de la Libertad y en 1999 el
Congreso de los Estados Unidos le otorgaría la máxima distinción civil del
país, la medalla de oro.
Rosa
Parks moriría a los 92 años de edad el 24 de octubre de 2005, en Detroit,
Estados Unidos, pero nadie olvida la valentía de una mujer frente a la
injusticia y su importancia histórica en la abolición del racismo en Estados
Unidos.
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