Martes 6: Marie Curie


                             Marie Curie


                                                                   (1867-1934)

Marie Skłodowska nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia (Polonia). 

Era la quinta hija de Władysław Skłodowski, profesor de física y matemáticas de liceo, y de Bronisława Boguska, quien fue maestra, pianista y cantante. 

En aquel tiempo, la mayor parte de Polonia estaba ocupada por Rusia que, tras varias revueltas nacionalistas sofocadas violentamente, había impuesto su lengua y sus costumbres. Junto con su hermana Helena, Maria asistía a clases clandestinas ofrecidas en un pensionado en las que se enseñaba la cultura polaca. Entre sus intereses destacaba la pasión por la lectura, especialmente en la historia natural y la física. 

En Secundaria fue siempre la primera alumna de su clase y dominaba los idiomas ruso, polaco, alemán y francés. Se graduó a los 15 años. 

En ese tiempo, en Polonia, las mujeres tenían prohibido estudiar en la Universidad, por lo cual, en 1891, Marie se fue a Francia. Sus menguados medios económicos no le permitían pagar los estudios universitarios, pero consiguió una beca y se inscribió en la Facultad de Ciencias Matemáticas y Naturales de la Universidad de la Sorbona. Obtuvo la licenciatura en Física (con el primer puesto de su promoción) y también se licenció en Matemáticas (la segunda de su promoción). Es importante recordar que, en cuanto pudo, devolvió el dinero de la beca. 

En 1894, conoció al que sería su marido, Pierre Curie, que era profesor de Física. Los dos empezaron a trabajar juntos en el laboratorio. Al año siguiente, en 1895,  Pierre y Marie se casaron, en una boda sencilla en la que les dieron algo de dinero. Con este dinero se compraron dos bicicletas y pasaron todo el verano viajando por Francia con ellas. Todo esto muestra un estilo de vida frugal y sencillo. Tuvieron dos hijas.

En 1986, Marie animada por Pierre decidió hacer su tesis doctoral sobre los recientes trabajos de Henri Becquerel y Wilhem Roentgen, que habían descubierto que las sales de uranio transmitían unos rayos de naturaleza desconocida. Este trabajo estaba relacionado con el reciente descubrimiento de los rayos X por parte del físico Wilhelm Röntgen.




Marie Curie se interesó por estos trabajos y, con la ayuda de su esposo, decidió investigar la naturaleza de las radiaciones que producían las sales de uranio. Lo primero que descubrieron ambos es que las radiaciones no eran el producto de reacciones químicas, sino que se debían a la naturaleza misma de la materia. 

En 1898, tras varios años de trabajo constante, a través de la concentración de varias clases de pechblenda, aislaron dos nuevos elementos químicos: el polonio (lo nombraron así en referencia a su país natal) y el radio (debido a su intensa radioactividad). Marie y Pierre Curie se dedicaron a estudiar los materiales radiactivos, en particular la pechblenda, que tenía la curiosa propiedad de ser más radiactiva que el uranio que se extraía de ella. En esos años trabajaron en un cobertizo y Pierre era el encargado de suministrar todos los medios y artilugios para que Marie trabajara. Los dos sufrieron quemaduras y llagas producidas por los peligrosos materiales radiactivos.

El 25 de junio de 1903, Marie publicó su tesis doctoral titulada Investigaciones acerca de las sustancias radiactivas. Defendió su tesis ante un tribunal y obtuvo el doctorado con mención cum laude.

Ese mismo año, junto con Pierre Curie y Henri Becquerel, Marie fue galardonada con el Premio Nobel de Física "en reconocimiento a los extraordinarios servicios rendidos en sus investigaciones conjuntas sobre los fenómenos de radiación descubierta por Henri Becquerel". Es notable que estos dos grandes científicos, a pesar de vivir con muy escaso recursos económicos, nunca quisieron patentar sus descubrimientos e inventos. Siempre se atuvieron a sus ideas de que el conocimiento debía estar a total disposición de los otros científicos.
 



El 19 de abril de 1906 ocurrió una tragedia: Pierre fue atropellado por un carruaje de seis toneladas. Murió sin que nada se pudiera hacer por él. Marie quedó muy afectada y rechazó una pensión vitalicia. Sin embargo, quiso seguir con sus trabajos y, además, aceptó la cátedra de Física que su marido había obtenido en 1904. 

Su primera clase en la Universidad causó gran expectación, pues era la primera mujer que daba clases en la Universidad de la Sorbona, fundada hacía ya 650 años.

En 1910, después de denodados esfuerzos, y después de manipular hasta ocho toneladas de pechblenda en su cobertizo, Marie obtuvo escasamente un gramo de cloruro de radio. Al año siguiente, en 1911, recibió el Premio Nobel de Química «en reconocimiento de sus servicios en el avance de la Química por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento». 

Con una actitud desinteresada, no patentó el proceso de aislamiento del radio, dejándolo abierto a la investigación de toda la comunidad científica. Marie Curie fue la primera persona a la que se le concedieron dos Premios Nobel en dos diferentes campos.
En la mayoría de países europeos se empezaron a crear institutos del radio, ante su plausible utilidad en la curación del cáncer. En julio del siguiente año se terminó en París la construcción de un laboratorio consagrado al estudio de la radiactividad, el Instituto del Radio, por un acuerdo entre el Instituto Pasteur y la Sorbona, con una sección dedicada a la investigación médica y otra reservada a la física y la química, dirigida por Marie Curie.
Durante la Primera Guerra Mundial creó, con la ayuda de donativos privados, un equipo de expertos en técnicas radiográficas y, con la colaboración de su hija Irene, puso en funcionamiento más de doscientos vehículos radiológicos; madre e hija se desplazaron hasta el frente para enseñar a los médicos los nuevos métodos y técnicas de la radiología.
Marie Curie murió cerca de Salanches, Francia, el 4 de julio de 1934 por anemia aplásica, probablemente a consecuencia de las radiaciones a la que estuvo expuesta en sus trabajos.

Un año después, en 1935, su hija mayor, Irène Joliot-Curie, también obtuvo el Premio Nobel de Química por su descubrimiento de la radiactividad artificial.

En 1995, los restos de Marie Curie fueron trasladados al Panteón de París, lugar destinado a albergar los restos de los hombres ilustres, convirtiéndose así en la primera mujer en ser enterrada en él.

En Varsovia, actualmente se puede visitar la que fue su casa familiar, convertida en un museo del recuerdo de esta gran mujer.

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