Miércoles 24: Poemas del alma


No detenerse.
Y cuando ya parezca
que has naufragado para
siempre en los ciegos
meandros
de la luz, beber aún en la 
desposesión oscura,
en donde sólo nace el sol 
radiante de la noche.
Pues también está escrito
que el que sube
hacia ese sol 
no puede detenerse
y va de comienzo en 
comienzo
por comienzos
que no tienen fin.



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