A veces
la “electricidad” supera la ficción
La
historia de la electricidad y sus descubrimientos está llena de curiosidades y
anécdotas. Probablemente los experimentos más macabros que se hicieron con ella
fueron los realizados por Luigi Galvani y su sobrino, Giovanni Aldini, que
descubrieron las extrañas propiedades que tenía la electricidad sobre seres
vivos.
Este
descubrimiento se produjo por casualidad alrededor del año 1780, cuando Luigi
Galvani diseccionaba una rana muerta. Mientras realizaba un corte con el bisturí
sobre una de sus patas, tocó accidentalmente uno de los alfileres de bronce con
el que sujetaba la pata, y esta produjo una pequeña descarga que hizo que el músculo
se contrajera y se moviera. Galvani continuó realizando experimentos con ranas
muertas para intentar averiguar qué era aquello, y descubrió las primeras
teorías de la electricidad en animales.
Estas
primeras ideas se las presentó a su colega, el físico Alessandro Volta. Aunque
no estaba de acuerdo con sus teorías quedó tan fascinado, que inspirado en los
principios de Galvani, Volta construye la primera pila eléctrica de la
historia.
Años más
tarde Galvani utiliza esta primitiva pila para otro experimento, conectó unos
electrodos a la médula espinal de una rana muerta, e hicieron que la rana
moviera alocadamente sus extremidades haciéndola saltar como si estuviese viva.
Descubrieron finalmente que los músculos de los seres vivos funcionaban con
impulsos eléctricos. La electricidad por aquella época era un fenómeno muy poco
estudiado y casi desconocido. Galvani creía que los cuerpos de los animales
podían generar electricidad en su interior y que esta era capaz de generar la
electricidad suficiente para mover o contraer los músculos del cuerpo.
Galvani
le enseñó estos experimentos a su sobrino, el también físico Giovanni Aldini.
Este se quedó tan sorprendido, que decidió llevar el experimento al siguiente
nivel, el de reanimar cadáveres muertos. Aldini viajó por toda Europa
realizando exhibiciones de lo que podía hacer la electricidad en animales y
personas muertas. Un espectáculo de cuestionable moral científica.
Una de
las actuaciones que más repercusión tuvo, fue la que realizó en el Royal College of Surgeons de Londres,
cuando aplicaron electricidad en el cuerpo de un hombre recién ejecutado en la
horca.
Utilizando
la tecnología de Volta, conectó a una pila dos varillas y las fue pasando por
todo el cuerpo. Cuando las pasaba por la cara del cadáver, los músculos de la
cara se contraían y la mandíbula temblaba provocando un escalofriante castañeo
de dientes, y haciendo que uno de los ojos se abriera. Para asombro de los
espectadores, a medida que pasaba las varillas por el cuerpo este reaccionaba
como si no estuviera muerto. La peor parte del espectáculo, llegó cuando una de
las varillas tocó el recto del cadáver, y este empezó a temblar y a moverse por
culpa de un “calambrazo” en la médula espinal.
Los diarios de la época recogieron que el cuerpo volvió a la vida, aunque nada más lejos de la realidad : el cuerpo no resucitó, simplemente reaccionó a la descarga eléctrica.
En 1815 a la
escritora Mary Shelley, le vino la inspiración para escribir la que es
considerada la primera novela de ciencia ficción de la historia, durante su
estancia en Suiza, a raíz de una apuesta
que Lord Byron hizo a Shelley y a su médico John Polidori.
Shelley
ya había oído hablar de los experimentos de Luigi Galvani. Se dice que Mary
también sufrió alguna que otra pesadilla por culpa de estos experimentos, y que
estas le sirvieron para terminar su obra. Frankenstein
se publicó en el año 1818 y fue la novela que la llevó a la fama.
Dicha novela ha tenido varias adaptaciones cinematográficas:
Frankenstein ,1931
El jovencito Frankenstein ( comedia), 1974
Frankenstein, 1994
Departamento de Lengua Castellana y Literatura
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