La Esfinge, que combinaba la cabeza humana, y por tanto la inteligencia, del soberano, con el poderoso cuerpo de un león, símbolo de la fuerza y del Sol,
fue un motivo recurrente en el arte del antiguo Egipcio, pero es sin
duda la Gran Esfinge de Guiza una de las primeras y, con diferencia, la
más grande de este género.
No está claro el significado exacto de la Gran Esfinge, pero los egipcios de época tardía la consideraban una encarnación del dios del Sol Harmaquis, “Horus en el horizonte”, que además se asociaba con las primeras dinastías.
Con el tiempo, la arena ha ido erosionando las partes más blandas de la piedra,
dejando las más duras como si se tratase de distintas bases
superpuestas. Ahora bien, no es justo atribuir todos los desperfectos
que ha sufrido la Esfinge a los agentes meteorológicos.
De hecho, la nariz de la esfinge de gizeh desapareció
en el siglo VIII después de que la destruyera un sufí para quien la
estatua no era más que una blasfemia, y la cabeza de la cobra que ceñía
en la frente, así como los restos de barba encontrados en la base, bien
pudieron ser, asimismo, el resultado de un intento de destrucción
deliberado.
Fuente: www.curiosfera.com
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