Mitología: Pigmalión
Pigmalión era
un rey de Chipre, al que sus súbditos respetaban por su bondad y sabiduría;
era, además, un gran escultor. Un día, Pigmalión decidió crear la estatua de
una hermosa mujer. Cuando consideró terminada su obra, la vistió con ropas
suntuosas y delicadas, le puso el nombre de Galatea, como si de una mujer se
tratara, y siguió perfeccionando la figura, hasta que la consideró insuperable.
Entonces, Pigmalión, se dio cuenta de que se había enamorado de ella.
Unos días
después, en las fiestas celebradas en honor de Afrodita, la diosa del amor,
Pigmalión le rogó a la diosa que transformara a Galatea en una mujer. Acto seguido, corrió a su taller
seguido por los cortesanos. Todos ellos vieron cómo la estatua cobraba vida.
Pigmalión ofreció a Galatea cuanto era suyo y le propuso que se casara con él y
se convirtiera así en la reina de Chipre; y ésta le contestó que le bastaba con
ser su esposa. Pigmalión y Galatea se casaron y tuvieron descendencia.
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